martes, abril 21, 2009


Vivo
porque
muero

miércoles, abril 15, 2009


Me
muero
de
vida

domingo, abril 12, 2009

Sisal. Pensamientos - 1


No me di cuenta de su temprana muerte, a pesar de que el color lo iba indicando por los matices rojizos que adoptaba, moribundo, se iba perdiendo entre (las nubes azules) el cielo azul que lo atrapaba y modificaba su fisionomia, su corta vida de (a lo mucho) 12 horas diarias, y la rutina se repetía.
El mar empeñado en mojarme y yo simplemente dejándome llevar, entre olas y gaviotas hallé una concha, dos, caracol, fragmento de, coral, alga, sargazo. No pueden (no saben) mentir, la arena no esconde los secretos del mar (ni de las conchas) son éstas quienes esconden los secretos; cuatro, cinco, a mi alrededor, se me pierden en la vista.
Una piedra roja
Un momento intacto y al otro texturas tugosas, arenosas, brillantes, rocosas, olorosas, sencillas, gaviotas, húmedas, aguadas, perdidas, difusas, mentiras

[mentira, todo es cierto
(menos yo, yo estando en la playa sentada con conchas, perros, brisa, arena a mi alrededor, con mis bermudas llenas de arena húmeda, con mis pies mojados por olas del mar, yo existiendo en esta realidad)

viernes, abril 03, 2009

I love this shit


Hay días en los que todo nos sale mal,
también hay días que no podrían ser más perfectos,
existen igual los días en que por más cosas buenas que te sucedan, te centras en la única cosa mala que te sucedió y no disfrutas lo que vives;
sin embargo, existen ESTOs días en los que una cosa buena sigue a la otra y todo se llena de felicidad,
no importa que no vieras a tu primito cantando y que igual y te lo reclame (así como igual y no),
tampoco que no hayas salido más temprano de lo que querías,
o que hubieras podido escaparte pero no lo hiciste,
nisiquiera el hecho de que el camión se pasó de largo, te fuiste caminando y tu mochila se abrió a mitad del camino para que tus libros de ética y literatura mexicana quedaran desbordados sobre la arena de la banqueta, que los coches pasaran pitando, tu sudando y con arena en las rodillas, un coche pareciera que te conocía (o te quería secuestrar) y parara, incluso vieras sus intermitentes pero fueras perfecta ignorándolo mientras escuchabas el reproductor que guardabas en el bolsillo de tu blusa, a la altura de tu pecho; y los lápices de colores entraban de nuevo en el estuche, los libros eran aventados dentro de la mochila, empujados sin importar el orden con tal de que entraran, empapada de sudor (12:30pm en el MERO SOL y a medio camino de tu casa),
ni eso pudo arruinar tu día.

Lo más gracioso es que, sucede, que aveces es todo lo contrario:
te ríes por lo mensa que eres al no cerrar bien la mochila,
o al pararte en la parada del camión en lugar de 37m después (como el camionero telepáticamente planeaba pedírtelo),
nadie te pidió que recogieras tus cosas, podrías haberlas dejado tiradas,
no fuiste obligada a NO tomar el camión en venganza por el pinche camionero que no te telepateó que quería que te pararas 37m adelante donde el daría la vuelta (una antes del corte de camellón de siempre),
tampoco fuiste obligada a ignorar los 2 camiones que pasaron antes de que ocurriera el incidente,
ni forzada a CAMINAR estúpidamente a las 12:30pm en lugar de esperar el camión o pedir aventón;
pero sÍ fuiste tu la que, otpimistamente, se levantó con una carcajada interna pensando:
que era el último día de clases,
que habías tenido una charla con él antes de salir, de ésas que no tenían desde hace meses,
que esta noche podrías hablar con ÉL y contarle el incidente y probablemente lo harías sonreír (como esperas hacerlo, es tu deber),
que estás escuchando la música que te gusta y siempre ocurren incidentes graciosos,
al llegar a casa podrás quitarte el uniforme y no lo usarás dos semanas,
te sentarás con una postura indebida frente al televisor con el ventilador prendido y en tu cuerpo habrá ausencia de una blusa y un pantalón (o short),
te dedicarás a terminarte el vaso de agua helada antes de hacer algo productivo, para que se te baje el calor,
y te reriás de lo despeinado que está tu cabello, lo sudado de tus hombros (además, en forma de los tirantes de la mochila) y el desastre que eres,
pero serás feliz...

Soy feliz :)